10 de marzo de 2011

¿Leo? ¿Todo bien?

Un nuevo día. Las cosas iban más tranquilas. Santiago despierta algo confundido. La fiesta había sido genial. Aunque él había bebido mucho. Intento recordar lo que había pasado. Imágenes borrosas y… un rostro. Una chica, muy linda. ¿Un nombre? ¿Valeria? ¿Valentina? Valentina.

Daniela le había pedido que fuera a hablar con Valentina. Dijo algo sobre Patrick. No recordaba que, pero todo lo que se tratara sobre ese idiota quería saberlo. Parecía que esa chica era suya. Aunque ella dijo que no tenía novio. No es verdad, dijo que Patrick era su amigo, y que su novio estaba en México. O algo así. Patrick parecía interesado en ella, no dejaba de verla.

Eso había dicho Daniela, que por ningún motivo dejara que se le acercara a Patrick. Pero ella se fue y lo dejo ahí. Se fue para estar con Patrick.

Después Daniela lo regaño por haberla dejado ir. Dijo que si no era capaz de retener a una chica en una fiesta que no era un hombre.

¿Daniela quería con Patrick? Seguramente. Ellos ya habían tenido su historia pero Patrick cortó con ella de un día para otro. La botó. Aunque sin motivo aparente. Y ella quedo muy ardida.

Patrick ya no quería nada con ella. Tal vez Daniela por eso odiaba a esa chica. Pobre Valentina, se había ganado a la peor de las enemigas y todo por un estúpido como Patrick.


 

Valentina despertó algo inquieta. Desayuno un coctel de fruta y salió a correr. A despejar la mente en realidad.


 

Leo estaba inquieto. No había podido dormir bien, estaba preocupado por Valentina. Josefina le dijo que había salido pero él la llamo muchísimas veces y no contesto. Valentina siempre contestaba. Tenía mucho tiempo que no la veía. Decidió salir a buscarla.

Caminar por la playa. Su actividad favorita. Se paseaba por la orilla del mar viendo a las personas. Todos disfrutando del buen día. Él se sentía tranquillo ahí, era un lugar para pensar. Era temprano, había muy pocas personas ahí. Gente tranquila disfrutando el día.

Los gritos de una chica irrumpieron su tranquilidad. Volteo para buscar de donde venían, seguramente una adolecente jugueteando con sus amigas en las olas. Pero no, se escuchaba diferente. Siguió buscando el origen.

 

Hacía tiempo que no salía a correr. Se sentía tan bien, y la brisa de la mañana la hacía sentir refrescada. Tenía ganas de nadar un rato pero necesitaba pasar a su casa. se dirigió hacia ella corriendo. Un perro se le acerco. Un doberman. ¡Madre santa! ¡Un doberman! Se quedo quieta. Temblando. El perro parecía estar en son de paz, pero un doberman. El perro solamente la olfateaba, pero se acercaba cada vez más. Empezó a mover el rabo y a brincotear alrededor de ella. Grito con todas sus fuerzas y empezó a correr.

Una chica huyendo de un perro. Pero no parecía que el perro quisiera atacarla, solo quería jugar. Aunque seguramente ella tenía miedo de los perros. Algunos observaban la escena pero nadie se preocupaba por ella. Ella volvió a gritar.

Decidió acercarse. Corrió hacia ella. Corrió hacia Valentina.

 
Leo llego a casa de Valentina pero no encontró a nadie. Volvió a llamarla pero ella no contesto. Desesperación total. Reviso su celular, 14 llamadas a Valentina. Una a Mayte. ¡Mayte! Podía llamarle para ver si sabía algo de ella.
-¿Hola?
-Eh… Hola Mayte soy Leonardo.
-¿Leonardo? ¡Ah! Leo. Hola.

-¿Cómo estás?
-Bien ¿y tú?
-Bien gracias. Oye te llamo porque necesito saber si has hablado con Valentina últimamente.

-¿Qué si he hablado con ella? Sí, bueno ayer estuvimos juntas ¿por?


-¿En serio? ¿Ayer la viste?
-Sí, fuimos al cine con Patrick y después a una fiesta.


-¿A una fiesta?
-Sí, en casa de un amigo. Yo me tuve que ir temprano pero ella se quedo con Patrick.

Eso le cayó como balde de agua fría. Sintió muchísimo miedo por su amiga. Por su hermana. El le había prometido a Valentina que cuidaría de ella. Después de lo que paso con Alexander, él le había jurado que la cuidaría.

-¿Leo? ¿Todo bien?
-¿Me puedes dar el teléfono de Patrick por favor?

El tono de Leo había cambiado. Ahora sonaba como enojado, preocupado y triste.


Valentina pago los helados. Era lo menos que podía hacer después de lo del perro. Se sentó con Sebas a comer y le platico su experiencia pasada con un perro doberman. Sebas solamente reía al escucharla. Los traumas de la infancia casi siempre resultan buenos temas de conversación.


Bruno era genial. Valentina se divertía mucho con él. Y después de todo, el que Bruno supiera su secreto era importante. Existía entre ellos dos un vínculo muy especial. Uno, de hecho, predestinado.


 

Patrick se quedo mirando el móvil. Una conversación un tanto perturbadora. Leo le había llamado exigiendo que le dijera algo sobre Valentina. Que si estaba bien, que a qué hora la había llevado a su casa. Supuso que Leo no confiaba en que el solo la hubiera llevado a casa. Pero él la había llevado. Se quedo hasta que ella entró. Pero Leo estaba preocupado, dijo que ella no contestaba el teléfono. Una llamada a Mike.

¿Habría pasado algo? No. Pero ¿y si paso? Se le habrá acabado la pila, por eso no contestaba.

Leo estaba preocupado. Hasta donde sabia él era el mejor amigo de Valentina. Él sabía cuando preocuparse ¿no? Fue como esa vez que Mayte se había ido sola de la escuela a casa y casi la asaltan. Si Patrick no hubiera presentido que algo andaba mal con su amiga le hubieran hecho algo esos tipos. Una llamada a su hermano del alma.

-¿Tu despierto antes de las 12? ¡Wow!—contesto Mike.
-Yo bien y ¿tu hermano?
-Bien. Pero ¿Qué pasa? ¿Todo bien?
-No. La verdad no. Necesito de tu ayuda hermano—dijo Patrick sin ocultar su preocupación.


7 de marzo de 2011

Gracias! Seguire pronto

Muchas gracias a los comentarios de la entrada pasada.
La verdad pense mucho en eliminarlo. Me sentia deprimida y crei que nadie leia la historia. Era tambien para que supieran que soy una persona no solo una historia o un blog bonito. Ahora estoy muy ocupada pero entre mañana y el miercoles subire el siguiente capitulo.

Seguiré con la historia muy pronto. =D