18 de noviembre de 2010

¿Otra broma del destino?

Cap. 11 parte 1
Valentina reía cada vez que recordaba a Mariana en el suelo y con el trasero lleno de crema. No debería reírse de esa manera de la desgracia de alguien más pero le era inevitable tratándose de ella.

Escucho la cerradura de la puerta abrirse. Josefina había llegado mucho más temprano de lo que llegaba siempre. Valentina bajo las escaleras para encontrarse con ella.


-Hola pequeña—saludo Josefina apenas abrió la puerta.
-Hola, llegaste antes.
-Sí ¿no te dije verdad? Hoy viene mi sobrino a comer con nosotras, por eso te dije que quería que estuvieras aquí, quiero que lo conozcas te va a caer muy bien, es un chico increíble tiene tu edad y va a ir a tu escuela…


El sobrino de Josefina iría a la misma escuela que Valentina… eso era tener suerte. Mayte, Mike, Patrick y los demás irían también al CUE y ahora también el sobrino de Josefina. El conocer a un par de chicos la haría sentir menos nerviosa el primer día de escuela.


-¿A qué hora vendrá?
-A las 4:00—Valentina vio el reloj 2:29.
-¿A qué te ayudo?


Valentina y Josefina planearon la comida con lo que había en la casa. Pollo con mole, la especialidad de Valentina y al parecer el platillo favorito del sobrino de Josefina.


-¿Cómo se llama tu sobrino?
-Bruno.


¿Bruno? ¿Casualidad? Obviamente era casualidad, sería demasiado si se tratara de el mismo Bruno que conoció en el campamento y que encontró años después en la playa en una fogata ¿no?
Después de preparar la comida y faltando solo 20 minutos para las 4:30 Valentina subió a arreglarse un poco.




El timbre sonó anunciando la llegada del sobrino de Josefina, Valentina se dio una última mirada en el espejo y bajo las escaleras. Se detuvo en el último escalón a observar la escena.
Josefina abrazaba a un muchacho alto, castaño, con aspecto algo desaliñado y… en ese momento el chico se dio la vuelta.


Bruno la miro. Valentina suspiro, definitivamente ya no le sorprendían ese tipo de cosas, al fin y al cabo, su vida estaba llena de momentos inesperados los que ella consideraba casualidades, pero ¿eran eso? ¿Simples casualidades? ¿O bromas del destino?